Luego de una jornada cargada de tensión por el cambio repentino en su decisión, este jueves la novela de Miguel Caneo llegó a su fin. Un epílogo que no fue el esperado por los canallas, ya que el futbolista optó por jugar en Quilmes, club con el que consiguió el ascenso a Primera en la última temporada.
La decisión se la comunicó oficialmente el propio futbolista al mánager auriazul Gonzalo Belloso, a pesar de ya tenía un preacuerdo con Rosario Central para jugar en Arroyito. Al respecto, el presidente centralista Norberto Speciale dijo que "fue todo muy desprolijo" y cargó con dureza contra la dirigencia de la entidad bonaerense.
"Apareció Quilmes en la negociación y fue todo muy desprolijo. Hay cuestiones que se mezclan con la política", tiró Speciale, que denunció que "al jugador lo presionó gente de Quilmes hasta en el aeropuerto de Ecuador, mientras venía para acá. Le dijeron que Rosario era una suerte de Kosovo".
Sobre los detalles de la gestión, Speciale comentó que "teníamos firmado un precontrato con el jugador, con la firma de un escribano, y un convenio de intercambio de jugadores con el presidente Pimentel (principal accionista de Boyacá Chicó). Pero Quilmes primero redobló el dinero por el préstamo: nosotros ahí decidimos comprarle la mitad del pase y el presidente había aceptado; pero otra vez se presenta la gente de Quilmes ofreciendo lo mismo. Todo muy desprolijo", informó.
Esta es decididamente una muy mala noticia para Merlo, quien tenía cifradas esperanzas en el volante al que había solicitado con mucha insistencia. Así, el número de refuerzos canallas para esta temporada se queda en ocho, con chances de aumentar a nueve si se da lo de Toledo.
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